Cómo desarrollar la autoestima de tu hijo

¿Qué es la autoestima?

La autoestima de los niños gira en torno a sentirse bien con ellos mismos o no.

Los niños con buena autoestima a menudo se sienten confiados, aceptados, amados, creen en sí mismos y en sus capacidades y recuerdan sus buenas características. Por otro lado, los niños con baja autoestima y duros consigo mismos, siempre se critican a sí mismos, sienten que siempre son menos competentes en comparación con los demás, se centran en sus fracasos en lugar de en su éxito, no tienen tanta confianza y no suelen creer. en sí mismos y en sus capacidades.

Una buena autoestima aumenta la curiosidad y el entusiasmo de los niños por explorar cosas nuevas y aprender más. Es más probable que enfrenten sus errores y fracasos y aprendan de ellos para tener éxito, a diferencia de los niños con baja autoestima. Esa es una de las razones por las que los niños con mayor autoestima son mejores en la escuela, forman y mantienen amistades y enfrentan mejor los obstáculos. Los niños con baja autoestima se enfocan en cómo no quieren mostrarse con una imagen “mala” frente a todos. Por lo tanto, su enfoque en su éxito y mejora se desvía y se deteriora.

¿Cómo se puede construir la autoestima?

La autoestima se construye principalmente a partir del amor incondicional, el apoyo, la aceptación y la seguridad.

Cada vez que los niños exploran y aprenden cosas nuevas, su autoestima crece. Por ejemplo, aprender cosas nuevas en la escuela, tener éxito en la codificación, hacer nuevos amigos, participar y responder, ser amable con otras personas, ser hábil o tener un pasatiempo, recibir elogios y apoyo, ser feliz y disfrutar de las actividades, y muchos otros ejemplos. .

¿Qué puedes hacer como padre?

En primer lugar, cualquier baja autoestima debida a problemas subyacentes puede potenciarse y mejorarse.

  •         Los niños siempre están creciendo y aprendiendo cosas nuevas día a día, más que los adultos. Desde ponerse de pie, caminar, hablar, aprender y comprender, sostener una pelota, patear una pelota, leer y vestirse. Estas pequeñas lecciones son grandes para esos pequeños. Ayudarlos a aprender cosas nuevas, mientras los apoya constantemente, es una forma beneficiosa de aumentar su autoestima. Cuando los ayude, asegúrese de que los niños estén aprendiendo, no haga algo en su lugar si ellos mismos pueden hacerlo. Permítales desafiarse a sí mismos para tener éxito.
  •         Además, un refuerzo secreto para la autoestima es ELOGIAR. Sin embargo, elogie apropiadamente. No elogie el resultado, más bien, elogie su esfuerzo. Por ejemplo, en lugar de decir “¡Oh, genial! ¡Obtuviste un 90/100 en tu examen!”, di “¡Oh, genial! ¡Estudiaste tan bien que estás sacando mejores notas!”. Elogie siempre, indique el motivo del elogio y un poco de afecto físico. Además, elogie su buen comportamiento cada vez que pueda y anímelo al respecto.
  •         El modelado es esencial para que los niños aprendan sus responsabilidades y se vuelvan independientes. La independencia aumenta la autoestima. Difiere entre hacer las tareas con una actitud de enojo y hacer las tareas alegremente (o al menos sin quejarse cada segundo frente a ellos). Así es como los niños aprenden a hacer sus tareas, ordenar sus juegos y ayudar más tarde en casa sin sentir que estas responsabilidades son abrumadoramente tediosas.
  •         Si los niños no quieren ayudar, no los critique dura y negativamente, podría afectar su autoestima sin saberlo. Trate de ser paciente y diga lo que quiere decir sin problemas. Desafiarlos es una buena manera de hacer que hagan lo que tienen que hacer, diciendo: "Apuesto a que no puedes hacer esto".
  •         Trate de concentrarse en sus fortalezas en lugar de sus debilidades.
·         Permítales ser amables y serviciales con otras personas. Esto no solo aumentará su autoestima, sino que también les ayudará a identificar las emociones de los demás y actuar en consecuencia. Ayudar a alguien que parece estar molesto y trasladar esa expresión a una sonrisa le ayudará a saber qué hace feliz a la gente y qué no. Ayudar a otras personas y ser amable también aumenta las hormonas felices en sus cerebros.